Un grupo de investigación japonés ha logrado eliminar el cromosoma extra responsable del síndrome de Down utilizando la herramienta genética CRISPR/Cas9. Este avance, que permite “editar” el genoma con precisión, podría mejorar la calidad de vida de las personas con esta condición y abrir puertas para tratar otras enfermedades genéticas. Sin embargo, también plantea importantes cuestiones éticas, como los límites de la modificación genética y los riesgos de buscar una “perfección genética”. Aunque el logro es prometedor, aún no está listo para aplicarse en humanos y requiere más investigación. Este avance nos invita a reflexionar sobre el futuro de la ciencia y la responsabilidad ética que conlleva.
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