La discriminación y el racismo para las personas de comunidades y pueblos originarios sigue prevaleciendo en las ciudades, y es que estas practicas desatan vulnerabilidad para la cultura y la integridad de las victimas. Un caso actual es la de las personas artesanas de Santiago Mezquititlan en Querétaro, el pueblo otomí que se dedica a vender sus productos en la plaza de la ciudad son detenidas por las autoridades y les quitan sus mercancías, mostrando una manera de excluirlos de la sociedad. Afortunadamente, por la movilización de redes de apoyo, solo fueron detenidos por un día. Su identidad no es aceptada, nos cuenta Karina, mujer otomí de la misma región que radica actualmente en la CDMX. Su resistencia para conservar las tradiciones y cultura hace que sigan siendo menospreciados.
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